Visita corta a Wellington
Como aquellos días mi principal misión era recuperar del todo la salud, y sabía que en unos meses volvería por la zona con la tranquilidad de moverme con mi propio coche, no sentía la necesidad de exprimir al máximo la ciudad en esta primera visita. En unos meses iba a volver al 100% y sin la prisas.
En esta primera visita a Welligton me centré en descubrir principalmente dos sitios. El Museo Nacional Te Papa y El Jardín Botánico de Wellington.
Museo de Nueva Zelanda Te Papa
Al Museo Nacional de Nueva Zelanda se le suele conocer como Te Papa, y es una de las visitas obligatorias en Wellington. El enorme edificio que lo alberga se encuentra situado situado junto al mar con unas vistas geniales de todo el puerto. El museo cuenta con más de 5 plantas repletas de diferentes exposiciones de todo tipo, y la gran mayoría de ellas interactivas para que puedas «jugar» aprendiendo y fascinarte con sus modernas instalaciones.
Ahí pasé una mañana genial flipando como un niño con las salas de historia de la naturaleza, dónde se encuentra el fósil de «caracol» más grande del mundo, dinosaurios y un calamar gigante embalsamado.
En pisos superiores me encontré una super extensa exposición de la historia maorí, con grandes reproducciones de sus embarcaciones y cabañas, junto con miles y miles de objetos históricos que datan desde su época antigua a la más reciente. En ese museo todo es a lo grande, así que la reproducción del Tratado de Waitangi (en el que maorís y británicos «pactaron» su futuro) no podía ser menos. ¡Ocupa tres paredes enteras!
En el piso superior está la parte artística. Desde esa que entendemos todos en forma de cuadros y esculturas… a aquella para ¿entendidos? en las que un suelo lleno botellas de lejía con luces fluorescente es un «algo».
¿Quieres saber el precio del Museo Te Papa? Pues vale lo mismo en dolares que euros.. ¡GRATIS! Así da gusto disfrutar de la cultura
Jardín Botánico de Wellington
Esta fue mi segunda visita en Wellington y también la disfrute al máximo. Que quede claro que yo no son un apasionado de las flores ni es uno de mis hobbys, pero un lugar tan bonito como este hace que sea un lugar genial para ser visitado por cualquiera.
Para empezar por que el Jardín Botánico esta en lo alto de una de las montañas que rodean Wellington y ofrece unas vitas que abarcan toda la ciudad con su infinito horizonte marino.Luego porque la subida hasta ahí arriba la podemos hacer con el remodelado Cable Car (un funicular) . Y una vez ahí vamos a poder disfrutar de las más de 25 hectáreas de de jardines y perdernos por sus cientos de caminos llenos de una preciosa flora que hace las delicias de floristas y profanos de la materia como yo.
El camino lleva por un jardín austral, un pequeño bosque con decenas de tipos diferentes de Aloe, un estanque donde alimentar a los simpáticos patos y decenas de rincones secretos por descubrir.
El jardín va descendiendo montaña abajo hasta llegar de nuevo a la ciudad, pero yo decidí volver a subirlo entero para acabar de descubrir los caminos que me había dejado y volver a bajar con el Cable Car.
La entrada al Jardín Botánico es gratuita, pero si quieres subir con el Cable Car tendrás que pagar. 4$ por subir o 7$ y bajar.
Oye, pero ese del tronco no es el malo de los Fraggle Rock???
JAJAJAJAJA es verdad!